Alimentarse Correctamente

See this article in English at Eating Right
Una dieta equilibrada durante la infancia es clave para el desarrollo físico, cognitivo y emocional del ser humano. Más allá de prevenir condiciones como la obesidad, diabetes o colesterol alto, una alimentación saludable desde una edad temprana establece una base sólida para el bienestar de por vida.
Sara Hurst, fundadora de Bella’s Kitchen + Wellness en Little Rock, conoce esta necesidad de primera mano. Cuando su hija Isabella comenzó a comer alimentos sólidos, Hurst notó la falta de opciones frescas y nutritivas para los bebés. Lo que comenzó como una preocupación personal se convirtió en un proyecto empresarial que hoy atiende a más de 10 escuelas y programas de verano en Arkansas.
Bella’s Kitchen ofrece almuerzos frescos, clases de cocina y recursos educativos para niños y padres. Su misión es promover la alimentación guiada para el bebé, un método que anima a los niños a explorar sabores y texturas desde temprana edad para reducir el comportamiento de la selectividad al comer.
“Al educar a los niños sobre los alimentos y permitirles participar en su preparación, fomentamos una relación positiva y consciente con lo que comen”, explica Hurst. Su enfoque hacia el bienestar también incluye rutinas familiares simples, como comer juntos en la mesa sin distracciones y elegir snacks simples, como frutas frescas, que estén siempre a la vista y al alcance.

Hurst recomienda empezar con pasos pequeños: involucrar a los niños en la cocina, darles tareas pequeñas como mezclar ingredientes o poner la mesa, o poner los alimentos en el plato. Por ejemplo, un tazón de burrito servido con ingredientes separados permite a los niños elegir qué va en su plato, lo que según ella los hace más receptivos a probar nuevos alimentos. También sugiere preparar comidas con ingredientes conocidos y nutritivos, como pollo al horno con arroz, albóndigas con vegetales y edamames al vapor, en lugar de depender de productos procesados.
Para las familias con recursos limitados, Hurst recomienda programas como Potluck Food Rescue, que rescata alimentos en buen estado de restaurantes y supermercados y los redistribuye en mercados comunitarios gratuitos (potluckfoodrescue.org). También destaca el Dunbar Community Garden y las bibliotecas del Sistema de Bibliotecas de Arkansas Central como espacios donde se ofrecen ingredientes frescos, talleres de cocina y educación nutricional accesible.
La historia de Hurst demuestra que adoptar hábitos saludables no requiere lujo, sino conciencia, comunidad y constancia.