Madeline Circle

Language development looks different for every child, but some behaviors are signs of delay in language learning. | El desarrollo del lenguaje es diferente para cada niño, pero algunos comportamientos son indicios de un retraso en el aprendizaje del lenguaje.

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Ashley Villarreal, directora de Amigos Pediatric Therapy, ha pasado más de ocho años trabajando con  familias hispanas, ayudándolas a identificar señales tempranas de retraso en el habla y el lenguaje. Para muchos padres, especialmente en hogares bilingües, puede ser difícil saber cuándo es momento de buscar ayuda profesional.

“Lo primero que siempre pregunto es: ¿quién entiende al niño además de usted?”, dice Villarreal. “Si solo la mamá lo entiende, eso ya es una bandera roja.”

Para los 18 meses, un niño debería estar diciendo palabras como “mamá”, “agua” o “ven”. A los dos años, ya debería formar frases de dos palabras como “dame leche” o “vamos allá”. Si esto no ocurre, Villarreal recomienda que los padres hablen con su pediatra o con un terapeuta del lenguaje.

Una señal común que a menudo se pasa por alto es cuando un niño no responde a su nombre. “Eso no significa automáticamente autismo”, explica Villarreal. “A veces simplemente no entienden lo que se le dice, y eso forma parte del desarrollo del lenguaje receptivo.”

Villarreal explica que las barreras del idioma pueden afectar un diagnóstico temprano. Según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, entre el 20% y el 30% de las evaluaciones escolares por posibles trastornos del habla y el lenguaje provienen de hogares donde el inglés no es el primer idioma. De esos niños evaluados, entre el 7% y el 10% son diagnosticados con algún tipo de trastorno del habla o lenguaje.

El estigma también influye en los diagnósticos tardíos, señala Villareal. 

“Algunos padres piensan que su hijo es simplemente"flojo " o "tímido ", y no buscan ayuda”, comenta. “Pero cada niño es diferente. No debemos comparar ni normalizar retrasos solo porque ‘así fue el hermano.”

Más allá de buscar señales de retraso en el lenguaje, Villarreal destaca la importancia de que los padres se involucren en la vida de sus hijos. 

“En el pasado, muchos padres no tenían otra opción que dejar a sus hijos en una guardería que ofreciera terapia y esperar lo mejor”, dice. “En Amigos, trabajamos en equipo. Damos a los padres actividades para hacer en casa e invitamos a que formen parte del proceso.”

El objetivo de Villareal es simplemente dar voz a los niños y a sus familias las herramientas necesarias para apoyarlos, con empatía, en su idioma y sin juicios.