Bailando por la Vida
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Durante mucho tiempo se ha hecho referencia a los Estados Unidos como un crisol u olla donde se mezclan y cuando se trata de abrazar diferentes culturas, y Arkansas se encuentra legítimamente en el medio de esta celebración.
Desde la comida hasta la ropa, la autenticidad puede provenir de cualquiera de las facetas que comparte una cultura. Los alumnos de Leticia Reta y el Ballet Folklórico Quetzalli están compartiendo su pasión por las danzas tradicionales.
Nacida en México, Reta comenzó a bailar desde niña.
“Las escuelas enseñaban a los niños, desde edades muy tempranas, a bailar. Todos los niños que tuvieron la oportunidad pudieron participar, y yo fui una de los niños afortunados en poder participar desde el primer año”, dijo.
Ella se mudó a los EE.UU. cuando tenía 24 años, y cuando tuvo sus propios hijos, se dio cuenta de que no había programas con los que ella creció. Al ver que sus hijos sentían que no pertenecían, comenzó a buscar lugares que ofrecieran clases de baile, pero descubrió que eran demasiado caros.
“Así que dije: ‘Mira, esto es algo que puedo crear’. Empecé a bailar con los niños y les enseñé a bailar, y luego una iglesia me invitó a participar”, dijo. “Luego, los miembros de las familias comenzaron a mostrar su apoyo. Los vecinos y la gente de la iglesia empezaron a juntarse y me preguntaron si podía enseñarles”.
Así nació el Ballet Folklórico Quetzalli que ayuda a llenar “la necesidad de sentir pertenencia en este país” de sus alumnos.
Ahora en su año 18, la compañía de danza, con sede en Little Rock, se presenta dos o tres veces al año en festivales, universidades, ferias y pueblos. Es una forma colorida y entretenida de celebrar una cultura, y existen grupos y organizaciones similares en otros estados.
Reta dijo que durante muchos años el “Jarabe Tapatío” fue el único baile más bailado, pero no representaba la extensión de la cultura mexicana.
“México tiene 31 estados y cada estado tiene diferentes rituales, diferentes bailes, diferente música… cada estado tiene su propia cultura”, dijo.
Ballet Folklórico Quetzalli incorpora danzas de Jalisco, Puebla, Chiapas, Oaxaca y San Luis Potosí.
Como ella creció con estos bailes, Reta quiere que las próximas generaciones se sientan conectadas con sus raíces.
“A veces, cuando los niños crecen aquí, no sienten que pertenecen aquí, ni allá”, dijo.
Al enseñar varios bailes de todo México, les da a los niños la oportunidad de ver cómo crecieron sus padres y les brinda una puerta de entrada entre las culturas.
Las clases de Reta están abiertas para todos.
“Es una voluntad de aprender, de seguir los pasos, de tener el tiempo. Cualquiera puede unirse, cualquiera que ame bailar”, comentó. “Estoy orgullosa de lo que hemos logrado. Somos culturalmente tan vastos, tan extensos. Es un poco difícil, pero estamos orgullosos de estar aquí y enseñarle a la gente, aunque sea un poco sobre nuestra cultura y tradiciones”.
Proyecto de Teatro LatinX da voz a los subrepresentados
Con su apoyo y haciendo de este su hogar en el teatro TheatreSquared de Fayetteville, el Proyecto de Teatro LatinX de Northwest Arkansas ofrece una amplia gama de actuaciones con un enfoque singular en la inclusión.
“Creo que la respuesta que escuchamos con más frecuencia es ‘Es tan agradable verme y escucharme en el escenario'”, dijo Rivas. “Creo que realmente es una parte muy importante de lo que la compañía teatral puede hacer”.