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Las universidades de Arkansas codician a los jóvenes de grupos minoritarios que se destacan en sus high schools. Uno de ellos fue un joven mexicano llamado Rafael Arciga García quien entró a la Universidad de Arkansas en Fayetteville como estudiante indocumentado. Ahora él es Decano Asistente Para Reclutamiento de Diversidad en esa universidad.

“La oficina trabaja en participar en eventos comunitarios para atraer estudiantes a la universidad”, dice.

Arciga es producto del apoyo de la Universidad de Arkansas, que ha destinado fondos para atraer a estudiantes de familias sin graduados universitarios, con bajo estatus económico, o de minorías, dice. Estos pueden pedir becas para estudiar y las universidades tienen fondos para ofrecerlas. 

“Nosotros tenemos muchas becas para estudiantes graduados de una high school de Arkansas y para estudiantes (de grupos) con representación mínima en la universidad”, dijo Xóchitl Delgado Solórzano de la Facultad de Honores de la Universidad de Arkansas y Decana Para la Diversidad, Equidad e Inclusión. “Les ofrecemos una beca de cuatro años que la combinamos con cualquier beca que reciban de la universidad o con asistencia federal”, dijo.

Delgado y Arciga coinciden en que los jóvenes de minorías con frecuencia no conocen los requisitos para inscribirse en la universidad y no saben cómo llenar una solicitud de ayuda financiera. Asimismo, los costos de la educación superior desalientan a estudiantes de bajos recursos que podrían pedir becas o préstamos federales, dijeron. 

Asimismo, en muchas culturas se cree que a partir de los 18 años un joven debe ayudar en la economía familiar. “Tienen que entender que la educación superior es una inversión en el futuro”, dice García.

Ambos coincidieron en que lo mejor es comenzar el proceso desde que están en high school y saber cuándo comienzan y terminan los periodos de solicitud de ingreso y de ayuda financiera. 

Otro problema es apoyar a los estudiantes para que no abandonen la universidad. Delgado dice que hay estrategias para retener a los estudiantes que están en programas de honores gracias a sus buenas notas. Eso incluye investigaciones a nivel estatal para saber cuántos estudiantes provienen de familias con dificultades para obtener alimentos. 

“Si la familia no tiene alimento los estudiantes pueden dejar de estudiar para trabajar y si no tienen suficientes alimentos no se podrán concentrar en las clases”, dijo Delgado.

“La Universidad de Arkansas ha establecido en colaboración con las diferentes universidades y colegios para crear el Centro Para el Éxito Estudiantil”, dice García. “Ayuda a los estudiantes que no quieren ir a hablar con los profesores; otros estudiantes les explican, ayudan y se aseguran de que sus escritos tienen sentido”, dijo.

En estos programas “les ofrecemos mentoría para asegurarnos de que puedan graduarse y estar listos para ser exitosos con lo que quieran hacer después de la universidad”, dijo Delgado. El plan también enseña cómo hacer la transición de estudiantes de high school a estudiantes universitario y eso incluye cómo buscar mentoría, manejar las finanzas y completar los formularios para comenzar a trabajar, entre otras cosas, dijo.